Titanic nos enseñó que hasta el amor verdadero se hunde.

lunes, 26 de marzo de 2012

CADA INFANCIA MARCADA POR CUENTOS DE PRINCESAS.

Odiaré aquel llamado Mario Bros, aquel que sufría, ganaba batallas y luchaba contra los malos para rescatar a su princesa. Aquellos cuentos que te contaba tu abuela, aquel que la princesa siempre sonreía, que Shrek batía al dragon hasta Fiona. Aquel beso del principe a Blanca Nieves. Te vas haciendo mayor, olvidándo todo aquellos, y viendo que asqueroso es el verbo 'enamorar'. Ojalá todo fueran películas, o cuentos o teatro. Nada de eso existe, me gustaría más ser los siete enanitos o simplemente los tres cerditos. Yo no dependo de nadie para ser feliz, yo podría comerme el mundo sola. Tengo lo suficiente, lo básico y seré feliz mientras me lo permita. Tú, haz lo que quieras. Eso sí, estas invitado, puedes acompañarme. El puesto de principe sigue vacio. Aqui te espero, Peter Pan.

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