Titanic nos enseñó que hasta el amor verdadero se hunde.

martes, 27 de septiembre de 2011

Tenemos la mala costumbre de querer a medias.

A veces todos tenemos esos días a los que llamamos "días tontos" esos días en que la mínima mota de polvo te parece oscura, esos días que te da por pensar en cosas que te hacen mal, que solo ayudan a hundirte hasta el fondo, cosas negativas que no tiene sentido en que pensemos, mientras que alrededor de nosotros pasan cosas pequeñas y maravillosas que nos podrían sacar una sonrisa, y en cambio, no les hacemos caso. Por eso tenemos que dejar esos pensamientos malos que nos amargan y empezar a descubrir cuantas pequeñas cosas pueden dibujar una sonrisa en nuestra cara, una sonrisa que puede durar segundos, minutos o incluso horas, la mejor sonrisa que hayamos podido ver...